China y los Derechos Humanos
El régimen de Pekín les hace la vida imposible a los activistas defensores de los derechos humanos. Utiliza contra ellos el delito de “incitación a la subversión contra el Estado”, que interpreta como más le conviene. Cualquier ciudadano chino que muestre su preocupación por las violaciones de derechos humanos está en peligro constante de ser encarcelado, intimidado y acosado por los funcionarios del régimen y las fuerzas de seguridad.
La condena por incitar a la subversión en China puede alcanzar los tres años y medio de cárcel. También tratan de callar a los activistas imponiéndoles arrestos domiciliarios.
En 2007 exhalaron el último aliento en el patíbulo más de 1.000 ciudadanos chinos. Además, la pena capital se aplica para crímenes violentos y no violentos, también para delitos económicos y por motivos políticos.
Los tribunales no excluyen las pruebas conseguidas mediante tortura para las condenar a un reo a muerte No hay prensa independiente en China. Periódicos, radios, agencias, cadenas de televisión están sometidos a la censura y al control del régimen de Pekín. Mercedes Arancibia, portavoz de Reporteros Sin Fronteras, asegura que los periodistas reciben consignas del Departamento de Propaganda.
Muchos periodistas son despedidos o encarcelados por no cumplir las consignas. En la actualidad hay cien reporteros cumpliendo penas en las prisiones chinas .
Muchos periodistas son despedidos o encarcelados por no cumplir las consignas. En la actualidad hay cien reporteros cumpliendo penas en las prisiones chinas
El régimen chino trata de “reeducar” a los disidentes políticos y religiosos para que obedezcan las leyes, amen a su país y trabajen para construir el socialismo. En los campos de reeducación se priva de libertad a los “elementos contrarrevolucionarios”, que pasan entre uno y tres años sometidos a trabajos forzados. Allí se les “resocializa y adoctrina”.
El régimen de Pekín castiga a las parejas que tienen más de un hijo en muchas ciudades y zonas rurales. La política de un solo hijo se aplica de manera desigual; afecta a un 40 por ciento de las familias chinas. Los grupos de derechos humanos critican esta política porque fomenta los abortos forzosos, la esterilización forzosa y hasta los infanticidios
Tanto la Justicia como la policía son utilizados por el régimen de Pekín como instrumentos de represión. El sistema judicial no es independiente, está controlado por el Partido Comunista; se encarga de encubrir los trapos sucios de la gente del Partido
La Constitución china –en teoría- reconoce la libertad religiosa; pero sólo en teoría porque esa “libertad religiosa” tiene que estar sometida al “orden público”. Es decir, no se puede profesar una religión que sea crítica con el régimen de Pekín. El gobierno chino controla la publicación de textos religiosos y ha llegado a destruir templos y tumbas. En 2007 miles de miembros de las iglesias protestantes y católica clandestinas fueron detenidos
Patadas y golpes son los abusos más habituales, pero a veces la policía china también aplica a los detenidos descargas eléctricas, les quema con cigarrilos o les impide dormir o comer.
Las víctimas de las torturas son abogados, periodistas, activistas pro-derechos humanos y miembros de minorías étnicas y religiosas. En China todos los años hay casos de personas que mueren o quedan discapacitadas a causa de las torturas policiales
Las víctimas de las torturas son abogados, periodistas, activistas pro-derechos humanos y miembros de minorías étnicas y religiosas. En China todos los años hay casos de personas que mueren o quedan discapacitadas a causa de las torturas policiales
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